El entrenador aurinegro, Julio Ribas, entendió como "lógicos" los insultos de la hinchada carbonera dado que estos "tienen que ser al entrenador". "La respuesta es trabajar para que suceda lo que tiene que suceder", declaró Ribas.
"Nadie es perfecto, los entrenadores cuando pierden partidos saben que hay equivocaciones", opinó sobre las críticas e insultos que llovieron desde la tribuna al final, y durante los últimos minutos, del encuentro ante Racing.
Sobre el funcionamiento del equipo se reservó el análisis aunque explicó que tras el gol del rival, su planteo para el segundo tiempo fue "abrir la cancha" con el ingreso de Martinuccio y Palacios. En el primer tiempo se había visto obligado a realizar otra variante por la lesión de Ruben Olivera.
"Cada jugador sabe cuáles fueron las cosas que hicimos bien y cuáles son las que no hicimos", comentó.
El técnico aurinegro tampoco quiso hablar en detalle sobre las polémicas incidencias en el partido –en particular el gol anulado a Olivera y el penal a favor de Racing- pero sí opinó que "la televisión es bien clara".
"Las circunstancias de un partido están dadas por los detalles. Que no te cobren un gol siempre va a influir, incide directamente en un partido. Es una realidad", opinó en declaraciones a los medios.
Ribas explicó que será la comisión directiva de Peñarol quien evaluará esas incidencias.
El técnico aurinegro demostró no tener dudas sobre su situación en Peñarol al responder que los dirigentes, quienes concurren a ver al equipo trabajar entre semana, "saben cómo se trabaja, cómo fue gestado este equipo".
"Peñarol ha contratado jugadores que tienen nivel, como Olivera y Guillermo Rodríguez. Se trata de amalgamar el trabajo", concluyó.
Peñarol ha cosechado todos los resultados posibles en tres fechas con lo que suma sólo cuatro unidades de las nueve disputadas.
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